Érase una vez una mariposa que vivió tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto…
que se arrugó todita y se convirtió en oruga.
Érase una vez una mariposa que vivió tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto, tanto…
que se arrugó todita y se convirtió en oruga.
Jajajajaja, buenísimo.
Me gustaMe gusta
¡Muchas gracias!
Me gustaMe gusta